Biografía
Etapa 1925-1960
Victoria Gamarra Ramírez (1887 - 1959) y la décima

Nicomedes habla sobre su madre y la décima
Victoria Gamarra Ramírez nació el 11 enero de 1887 en Barrios Altos. Era hija del pintor y escenógrafo José Milagros Gamarra, y de Benita Ramírez. José Milagros era un escenógrafo, al parecer formado en el taller de su padre y como él, pintaba carteles taurinos, era además un músico nato, hábil guitarrista acompañante, bailarín y compositor de zamacuecas. Por su parte, de Benita hemos escuchado al interior de la familia que de joven fue muy aplaudida en fiestas de la ciudad por bailar en pareja con José Milagros. La influencia directa de Benita fue importante en la construcción del perfil de la hija, quien aprendió de la madre los modos y usanzas de costumbres y bailes tradicionales En los primeros días del siglo XX Doña Victoria Gamarra contrajo matrimonio con el escritor
Nicomedes Santa Cruz Aparicio, convirtiéndose ambos en el punto axial de donde brotaría toda una generación de artistas.
Sus hijos, los hermanos Santa Cruz Gamarra, se distinguirían en diferentes campos del arte y la cultura. Falleció el 29 de abril de 1959 en la casa familiar que ella construyera, en Breña. (Semblanza Web Familia Santa Cruz Gamarra)
"Mi madre, doña Victoria Gamarra, se pasaba el día entero cantando mientras trabajaba lavando ropa en una batea durante dieciocho o veinte horas diarias; sabía de todo: panalivio, festejos, habanera, vals antiguo y décima. Esta última la había aprendido de niña, con los carreteros del ferrocarril inglés en Monserrate; un día se quedó con la libreta de décimas olvidada por un trovador y se aprendió de memoria los versos. Ese trovador se había pasado de vino en la bodega del italiano donde contrapunteaban estos carreteros; al bodeguero le gustaba mucho las décimas y siempre sacaba una botella de la casa para que siguieran cantando.
En las noches, recuerdo, me buscaba un negrito que me doblaba la edad llamado Pílade; me recitaba las décimas que aprendía de su padre; cuando él murió, en el año 30, me impresioné muchísimo porque era la primera persona que veía muerta. Mi relación con la décima sufrió un parón en sus primeros años: Mi madre se afectó del corazón y por esto ya no cantaba; al poco tiempo nos fuimos de La Victoria.
Mi padre era buen técnico en refrigeración por amoníaco y trabajo de caldera de vapor, que se usaba todavía y entró a trabajar en una hacienda que se llamaba Lobatón, en el barrio de Lince (primeros años treinta). Y allá, en Lobatón, me olvidé de las décimas, pero no de la poesía, que me gustaba mucho. En esta época compuse silvas, sonetos, versos formales que no me llenaban. "
Para conocer más sobre los Gamarra, ver artículo de Alina Santa Cruz Bustamante.'Los Gamarra pintores decimonónicos: reconstruyendo la memoria y la identidad de la familia Santa Cruz Gamarra' en el nº 6 de la revista 'Palenque'